viernes, 14 de marzo de 2008

Reflejos


El reflejo se descompone una y otra vez con la velocidad. Es exactamente igual a tirar piedras contra tu reflejo en el agua y esperar a que se recomponga pero a cámara ultra rápida; Rápida como la vida y el Tiempo. La velocidad te consume, todo va demasiado deprisa y tu mente no puede seguir el ritmo de los acontecimientos que se escapan mientras tu mueres por ser demasiado lento para tu propia vida. El reflejo se descompone una y otra vez en aquel vagón de metro que se escapa demasiado deprisa incluso para lamentarte. La velocidad te mata, la vida se consume a cámara rápida y aquello que en tu corazón perdura ha muerto antes de que pudieses reaccionar.

Tus deportivas tiemblan, se agitan a toda velocidad. El parkinson de la emoción te acelera los pasos y sólo quieres correr. Divertirte antes de envejecer, hacer fortuna antes de que nadie te quiera por viejo, aprender para ser el primero en ser el más listo. ¡Corre, gana pasta, bebe hasta matar la noche de un golpe de aliento, folla, fuma, drógate, enamórate y desengañate en una hora, ríe y llora en cinco minutos, vive la vida en un fin de semana. El Lunes tu reflejo se descompondrá una y otra vez en el vagón de metro que nunca llegas a coger.

Antes de correr, párate a pensar si ese metro para en tu estación o si es el metro que te conviene mejor.

1 comentario:

Marc Gil dijo...

Sembla l'entrada de Trainspotting. Gran peli on les hi hagi