
Mirad directamente al Sol, desafiantes y sonrientes, llenaos el alma con su calor como si os abrazase para ser vuestra luz en el Universo; Un guía que conoce el nombre de todas las estrellas, de todos los planetas y de todo aquello que habita en el brillante infinito. Tomad de la mano al Sol, corred por el campo de estrellas, montad sobre las constelaciones, probad de quitarle el cinturón a Orión, a ver si se le caen los pantalones; Respirad, que el polvo de estrellas os haga cosquillas en la nariz y se estremezca como la de los conejos que viven en la Luna. Echad una carrera con un cometa y comeos un helado en Plutón.
Cuando llegue la hora de dormir, dadle las buenas noches al Sol, despedios con un abrazo del más puro calor y dirigios sonrientes hacia la nube más rosada y blanda del Universo, acurrucaos mientras las alegre estrellas se posan sobre vosotros como una manta de luz y amparo. Pronto vendré la Luna para daros un beso de buenas noches.
Buenas noches niños perdidos
(Noe, mira al Sol y cierra los ojos, en la más absoluta oscuridad hay colores maravillosos)